Los hombres se implican más en las tareas domésticas cuando su mujer tiene un empleo y un nivel de ingresos alto y las familias tienen menos hijos y cada vez más tarde, son algunas conclusiones del informe de la Fundación de las Cajas de Ahorros “Panorama Social 10”.
El reparto de las tareas en el hogar es más igualitario en las familias cuyas mujeres trabajadoras tiene un nivel de ingresos alto, aunque en ellas también es más frecuente que haya una persona contratada para las tareas domésticas, exponen las profesoras María José González y Teresa Jurado.
Las autoras consideran que la incorporación de los hombres al trabajo doméstico depende sobre todo de las características de sus mujeres. La socióloga Teresa Jurado ha explicado que la implicación es mayor cuando los hombres tienen jornadas más cortas, empleos públicos, niveles educativos altos y pocos hijos y conviven con mujeres que trabajan y tienen niveles educativos y sueldos elevados.
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