05-04-2005

El perfil del trabajador con más interés en esta cuestión es el de una mujer joven, universitaria y con poca experiencia laboral

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Con el fin de aumentar las posibilidades de encontrar un empleo en la actual crisis económica, casi el 48% de los trabajadores afirma haber mejorado su formación en el último año, según una reciente encuesta. El perfil del trabajador con más interés en aumentar su formación se corresponde con el de una mujer joven, universitaria y con poca experiencia laboral.

Un estudio realizado hace ya un año para conocer cómo valoraban los trabajadores la formación reflejó que dos de cada tres encuestados se planteaban mejorar su formación de manera inmediata para acelerar la búsqueda de un puesto de trabajo. Este nuevo informe, realizado también por Randstad, revela que buena parte de ellos, aunque no todos, cumplieron su objetivo y han aprovechado los últimos 12 meses para formarse, sobre todo las mujeres, que suelen tomarse más interés en continuar sus estudios o alargar su carrera profesional en comparación con los hombres.

Son los universitarios, más vinculados con el mundo educativo que personas de más edad, quienes reconocen en mayor medida su preocupación por resultar competitivos en el mercado laboral. El 63% de ellos dice así haber mejorado su formación en el último año, seguidos de los titulados con estudios de Bachillerato (53%) y de los titulados en Formación Profesional (49,6%). Resulta lógico que los jóvenes de entre 16 y 25 años, cuya tasa de paro se ha disparado con la crisis, sean los más preocupados por mejorar su formación, según Randstad. También son ellos los que más tiempo han dedicado a mejorar su currículum, con un 61,6% de las respuestas, seguido de los trabajadores de 25 a 29 años (55,9%).

La encuesta revela que la mayor parte de los trabajadores, en concreto dos de cada tres, no desempeñan una actividad laboral relacionada con su formación. Eso les sucede sobre todo a los hombres, pues las mujeres parecen conseguir equiparar puesto de trabajo y formación. Los universitarios reconocen en mayor medida que sí trabajan en lo que han estudiado, al menos así lo afirma la mitad de los consultados, mientras que los titulados en Formación Profesional sólo consiguen esta equiparación en el 34% de los casos.

“Los trabajadores prefieren sacrificar su profesión antes que quedarse sin empleo”, afirma Randstad, que añade que ello no es obstáculo para frenar su vocación. Así, casi el 60% optaría por recibir la misma formación si pudiera repetir, frente al 42% que admite que la cambiaría. Las más satisfechas con su educación vuelven a ser las mujeres, pues dos de cada tres volvería a estudiar lo mismo, frente a los varones, que sólo lo harían en la mitad de los casos.